jueves, 10 de septiembre de 2015

Hoy que eres amor y tristeza



Si pudiera hablar de un lugar y espacio perfectos de seguro que mi mente me remonta a ti. Porque aun en tu imperfección descubrí un universo abstracto que hicimos realidad. Aunque para llegar a ese lugar el camino era más oscuro y duro que la misma muerte.

Aun así no me importó morir para llegar a ti, porque sé que volví a renacer mil veces. ¿Qué si te quiero? sería solo divagar, más bien te amo más que a la vida misma... 

Eres como el viento con la capacidad de traspasar desde mis huesos hasta la última de mis células, eres más que materia, eres la esencia que le dio chispa a mi vida. Quién diría que ese a quien llamo simplemente tu, fuiste mi verdugo y absorbiste cada espacio de mi hasta dejar solo el vacío. 

Hoy que estás y no estás, hoy que eres y no eres, pienso que quizá ya no quedan más vidas, solo esta, la mortal. Aprenderé a vivir con tu recuerdo aunque tal vez sea la sombra que opaque el más brillante de los días. Aun así con todo y el vació, con una sola vida, estoy segura que nadie más me podrá llevar al lugar que solo tú y yo conocimos un día; donde la felicidad respiraba y fuimos uno solo casi fundidos y detenidos en el tiempo. 

Reí tanto en ese tiempo, aunque ahora solo sonrío con dificultad; no importa al menos conocí lo que pocos conocieron y con eso me basta, pero también a lo mejor eso duela más que cualquier gran herida física. 

Porque cuando encuentras el complemento de tu existencia y un día sin sospecharlo lo pierdes, recibes el peor de los castigos, vivir muerto en vida. Sabes que respiras, pero dentro de ese cuerpo las llamas del dolor consumieron el espíritu. ¿Qué me queda? mucho o tal vez nada solo sé que si algún día despertara y no existieras, me daría cuenta de que yo tampoco existo ni volveré a existir. 

Gesenia Úsuga

lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Por qué?





¿Por qué te cuesta tanto amarme? Ya es lo suficiente duro vivir con el dolor de la imposibilidad de estar juntos, para tener que soportar la tortura de cada vez que abres esos hermosos labios para blasfemar sobre el amor ¿Por qué me dices que me amas, para luego esconderte de mí? Tómame o déjame pero no me mantengas en el limbo, ¿a caso soy lo suficiente mente mala para vivir en el purgatorio de tu desprecio? 

Tú no sabes como mi alma flota cada vez que te veo, aún puedo sentir el rose de tus labios sobre los míos y sobre mi mano la cual besaste cuando nos despedimos, cada noche acerco mi mano a mis labios y trato de inmortalizar tu beso en mi boca. Mi alma huele a ti.

Pero ¿Por qué? Un día me tomas y luego me dejas. Si quieres irte hazlo amo mas tu libertad y sonrisa celestial que tu invaluable compañía créeme, amo que seas quien eres aún cuando no estás conmigo, amo la gente que ven tus ojos, las cosas que tu tocas, las palabras que dices, amo simplemente todo lo que eres, amo tu vida que es como la mía, vivo y respiro a través de ti.

Insisto ¿Por qué? Te cuesta amarme, pero también ¿Por qué? Te cuesta dejarme, pero ¿Por qué? Te cuesta ser sincero y decidirte. Sé que somos y no somos, se que a veces nos amamos y necesitamos, se que eres como un fantasmas que viene y va cuando quiere.

Pero mi pequeño pedazo de agonía yo ya no puedo vivir así, al filo de tu inminente adiós, solo vete si eso quieres y no te preocupes que mí alma ira contigo a un ladito de tu corazón, al un ladito de tu olvido.

Gesenia Úsuga

 

martes, 29 de octubre de 2013

El corazón de quién ama

Cuanto me preocupa amar sin que me ames, ese miedo que rosa con la locura, por sentir que quizá estoy dando todo por poco o por nada…

Cuantas noches de insomnio pensado: ¿y si me amaras como yo?
Pero un gran amigo me dijo un día, “que importa quién ame más a quién. El deber de quién ama es amar con todo” se debe amar con nuestros gestos, con nuestra tristeza, con nuestra alegría. 
Incluso así estemos muriendo se debe seguir  amando…

Porque en definitiva el amor es de cada uno y sí a quién quieres, no te quiere como esperas, no puede o no tiene esa capacidad de amar, finalmente es problema de él.

No queda otro camino que seguir firmes en el amor, mientras crece, mientras perdura, mientras se acaba. No siempre quién ama más es quién pierde, no siempre quién se muestra desnudo en cuerpo y alma ha de perderlo todo. 

Simplemente aprendió a volar más rápido que el resto, aprendió que incluso en el dolor hay algo de amor, comprendió que un adiós no significa para siempre, acepto que amar es darlo todo sin esperar, se dio cuenta que el verdadero amor es más feliz dando que recibiendo.

Porque en últimas así debe ser, enamorarse sin miedo para luego si hay que sufrir que no sea por arrepentimientos. Siempre hay algo más bonito, verdadero y sincero en el corazón de quién ama…

Gesenia ÚsugaDaniel Yepez

sábado, 26 de octubre de 2013

Hazme el amor, cuando me digas Adiós



Niebla espesa, lluvia intensa que pareciera llorar sin control aquella pena que aún no logro exteriorizar, el frío ese frío que proviene del alma y se mimetiza con el ambiente, tus ojos que me miran, me devoran, me leen el alma, tu sonrisa que pareciera por momentos reírse de mí y no conmigo, esos labios que recorrieron cada centímetro de este cuerpo sediento, de este corazón seco.

Tus manos esas manos de apariencia sutil, pero tan firmes con sus caricias, tan fuertes y contundentes. Ahora sé lo que es la magia es eso que hacen tus manos cuando rosan mi piel.

Respiro intensamente, siento que me ahogas. ¿Es este acaso el día de mi muerte o el día de mí gloría? Alguien dijo que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones. Pero tú que eres mi cielo y a la vez mi infierno me has construido un atajo al abismo disfrazado de pasión.

¿Y si hoy muero? ¿y si hoy es el último día de esto a lo que llamamos nada? A quién engaño hoy es el día de morir placenteramente, cada caricia, cada beso, cada vez que nos rasgamos la piel nuestros suspiros susurraban Adiós.

Esta es tu forma de irte de arrancarme todo a aquello que nunca me diste pero que asumí como mío, un poco de tu amor. ¿Cómo puede ser más doloroso perder lo que nunca se ha tenido?

Necia, terca, disoluta, contigo fui cada una de mis facetas, tu apagaste el fuego de mi ira, controlaste mis demonios conquistaste mi corazón y luego mis deseos, ¿Cómo puede ser posible que quién logró descifrarme el alma ahora quiera matármela? 

Y lo sé, sé que ya te estabas despidiendo mucho antes de llegar, esos ojos me lo gritaron. Pero si pudiera escoger otra opción, si pudiera huir de tus brazos, de tu placer, de tu cuerpo, de tu tibia piel que logro llevar al límite cada célula de mi cuerpo, créeme que no lo haría moriría una y otra vez.

Como en ese día de lluvia, moriría una y mil veces por ese instante, el único instante en que por primera y última vez fuiste completamente mío. 

Gesenia Úsuga

domingo, 20 de octubre de 2013

Estamos rotos

Nos quisimos a destiempo en un mundo que no nos pertenecía, me besaste, te besé bajo la lluvia, nos amamos en las sombras y en la luz, me abrazaste tanto, nos acariciamos tanto. 

Fuímos magníficamente perfectos, me reí de ti y tú de mí, dormimos, despertamos, hicimos el amor en cada esquina de tu cama, nos besamos en el automóvil, en la acera, unas veces con pasión, otras bajo la luna. Pero siempre ahí aferrándonos a todo y a la vez a nada.

Fuímos más que una historia, fuímos una leyenda que pocos creían real, tan clandestinos, tan falsos, tan a pedazos, tan inciertos… 

Fuímos más que palabras, fuímos hechos verdaderos, calor y fuego, frío y distancia.

Me gritaste, te grité, te odio y me odias, pero cuanto nos hemos extrañado, ese amor tan dañino casi enfermo, casi fatal. Te fuiste, yo a ratos traté pero mi mente siempre ahí, allá contigo tan cerca, tan lejos, grité vete, susurre quédate.

Tanto orgullo, tanto dolor, tan distantes y callados, me heriste yo también… Fue un placer habernos amado y odiado, fue un placer querernos a destiempo y tan a tiempo para sufrir, fue un placer habernos roto, habernos dicho adiós para regresar solo en nuestros sueños.

Gesenia Úsuga

viernes, 18 de octubre de 2013

Mi felicidad tiene tu nombre

Parece que fue ayer que apenas te vi y supe que no eras una persona cualquiera, supe que eras algo más y que habías encendido cierto magnetismo en mi vida.

No te miento cuando te digo, que de las cosas más bonitas que me han ocurrido los últimos tiempos una de ellas eres tú y es hermoso saber que ese algo se puede nombrar, es asombroso saber que esa felicidad tiene tu nombre.

El ser humano en su egoísmo e incapacidad de creer en el amor ha dejado de lado ciertas cuestiones románticas, pero contigo esa humanidad que me compone se transforma en energía pura, capaz de hacerme sentir el más feliz de los hombres dejando a un lado cualquier superficialidad de este mundo a la hora de quererte.

Ahora puedo decir que el amor cambió mi vida, que tu amor transformó mi mundo y sin orgullo alguno no temo decirte que te quiero cuando te miro, que te quiero cuando sonrío,  que te quiero cuando hablo, es más te quiero cuando callo, porque hasta el más profundo silencio me habla de ti.

Eres hermosa desde el cuerpo hasta el alma, ya te lo había dicho pero aún así quiero recordártelo siempre. 

Es tu ternura sutil, tu inteligencia y calidez las cosas que me han hecho quererte cada día sin temor, sin arrepentimiento. Con la firme convicción de que contigo quiero algo más que este lindo presente, contigo quiero un hermoso futuro. 

Gesenia Úsuga

jueves, 17 de octubre de 2013

Felicidad Inconsciente



Aún quisiera regresar al tiempo dónde éramos tan inmensamente felices, Cuando la vida se desbordaba por nuestros poros y no éramos conscientes de ello. Aún quisiera sentir la magia del verdadero valor de una sonrisa, del te quiero sin prejuicios, del te amo verdadero. Aún espero recobrar esa lucidez que nos permita regresar al paraíso... Que nos permita volver a ser niños.

Gesenia Úsuga